20 de octubre de 2016

Scholarly Commmunication Institute: Punto de encuentro que fomenta el diálogo sobre publicaciones académicas

Del 8 al 13 de octubre, en Chapel Hill, Carolina del Norte, se llevó a cabo la edición 2016 del Scholarly Commmunication Institute (SCI), se trata de la tercera edición de una iniciativa desarrollada gracias al aliento financiero de la Andrew W. Mellon Foundation, hospedada por la Biblioteca de la Universidad de Duke, en colaboración con la Universidad de Carolina del Norte, la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad Central de Carolina del Norte. Esta región, localizada al este de los Estados Unidos, es conocida como Research Triangle –o solamente The Triangle– debido, en principio, a la concentración de universidades y centros de investigación. Es por esto que al encuentro se le ha denominado –y se le puede dar seguimiento en línea–como #TriangleSCI.

El Scholarly Commmunication Institute (SCI) tiene como objetivo reunir académicos, especialistas en información, bibliotecarios, editores y otras personas dentro y fuera de la academia, para analizar las necesidades y oportunidades del desarrollo futuro de la comunicación académica, entendida como la manera en que los académicos publican sus investigaciones y la forma en que se tiene acceso a ella.

En esta ocasión, el tema central del #TriangleSCI fue: Incentivos, economía y valores: cambiando la economía política de las publicaciones académicas. Para ello se organizaron cinco grupos de trabajo, cada uno con un tema específico:
  • Integración social para la distribución de Bienes Comunes
  • Voces globales en el desarrollo futuro de un Acceso Abierto sustentable y equitativo
  • ¿Una talla para todo? Pequeñas sociedades, revistas de humanidades y el riesgo-promesa de la conversión al Acceso Abierto
  • HuMetrics: construyendo métricas humanas para las humanidades
  • Hacia un ecosistema sustentable de edición digital
Pero ¿Qué es y cómo funciona #TriangleSCI? La verdad no sé bien cómo explicarlo. No es un seminario, o un congreso donde cada participante prepara una ponencia y la comparte con el resto. No. #TraingleSCI funciona más bien como un punto de encuentro que fomenta el diálogo, el análisis y el intercambio de ideas y experiencias.

En cada grupo participan entre 6 y 8 personas, cada grupo parte de una plataforma común de lecturas y una propuesta de temas a ser abordados, pero con completa flexibilidad para modificar, sumar y cambiar los temas sugeridos. De igual forma, algunos de los participantes transitan de grupo en grupo para traer y llevar ideas de uno a otro lugar, y así enriquecer los análisis.

Para llevar a cabo un encuentro de esta naturaleza es preciso contar con un espacio que ofrezca todas las facilidades necesarias. En este caso, el Centro de Convenciones Rizzo ofrecía suficientes salones pequeños, grandes y espacios al aire libre donde cada grupo podía reunirse de forma completamente libre y conversar, en ocasiones acerca de los temas sugeridos y otras veces acerca de los intereses de investigación, de la vida cotidiana o simplemente departir amenamente. El programa trabajo marcaba, sin embargo, reuniones generales donde cada grupo compartía inquietudes, dudas y reflexiones sobre los temas sugeridos.

Tuve la fortuna de participar en el segundo grupo al lado de: Ada Emmet, bibliotecaria y directora de la oficina de comunicación académica y derechos de autor (Universidad de Kansas), Kamal Bawa, profesor distinguido de Biología Evolutiva (Universidad de Massachusetts), Town Peterson, profesor distinguido de Ornitología (Universidad de Kansas), Dave Shulenburger, economista, senior fellow & former Provost (Universidad de Kansas), Tetiana Yaroshenko profesora de bibliotecología (Universidad de Kiev, Ucrania).

El tema central de nuestro diálogo giró en torno al futuro del APC (cobro por procesamiento de artículos, por sus siglas en inglés) en la publicación académica y los retos a los que se enfrentan las revistas –editadas en Europa y Estados Unidos– ante la transición de un modelo de suscripción, a otro de acceso abierto.

En este punto resultó sumamente enriquecedor compartir las experiencias de América Latina en términos de la forma en que se concibe el Acceso Abierto y sus estrategias de operación, y escuchar la forma en que han afrontado este reto los países de Europa del Este y de Asia donde, si bien los avances son significativos, presentan particularidades específicas.

Sabemos que el ecosistema de comunicación de la ciencia presente en Sur Global es muy diferente del que se desarrolla en los países con mayores niveles de desarrollo relativo. En nuestro caso ¬–y en ello tenemos similitudes con Europa del Este y Asia– son las propias universidades y los centro de investigación las instancias que auspician –sin fines de lucro– las publicaciones y, las más de las veces, se enfrentan a serios problemas de distribución. Por su parte, en el Norte Global, las universidades no solo no auspician las publicaciones sino que, incluso, cuando llegan a hacerlo, lo hacen siempre bajo un modelo de negocio. Más aún, las editoriales comerciales tienen copado el mercado de la comunicación de la ciencia del mundo desarrollado y, dado que ello les reporta enormes ganancias, no están dispuestos a ceder el ‘control’. Las más de las veces esto se traduce en lucha de grupos e intereses por dominar el mercado editorial.

Compartir experiencias en un marco de camaradería, permite no solo conocer a detalle realidades próximas y lejanas sino, incluso, desarrollar propuestas e imaginar ideas tanto sensatas como intrépidas. Y puesto que se trataba de un dialogo informal no perdíamos nada con lanzar propuestas, entre más descabelladas mejor.

Algunos de nuestros consensos:
  • El cobro de cuotas APC no son la solución, ni para los países del Sur Global ni para los del Norte.
  • Independientemente de los avances tecnológicos, la revisión por pares seguirá existiendo en tanto garante de la calidad académica, pero las revistas tal como las conocemos no. No sólo porque su unidad mínima de distribución es el artículo, sino, sobre todo, porque lo que comunica no es sólo un proceso escritural sino un proceso de investigación, proceso que desearíamos fuese abierto.
  • Tal como están las cosas en materia de comunicación de la ciencia en el mundo, los académicos necesitamos un repositorio abierto a todos, sin costo y que derribe barreras idiomáticas. Por esto último se entiende que cada quien hable y escriba el idioma que mejor domine, pero que tenga mínimas consideraciones hacia sus pares ‘del mundo’ y ofrezcan alternativas de traducción, para la arribar a un posible oikos global.
Coincidimos, además, en la necesidad de abordar el futuro del Acceso Abierto como dos conversaciones diferentes: una acerca de las revistas, su situación y retos; y otra la de los académicos y sus necesidades de comunicación. En este punto, generamos empatía con los colegas del grupo cuatro, encargados de imaginar las HuMetrics (métricas humanas para las humanidades), sobre todo por la necesidad de generar métricas alternativas y sólidas para destacar aspectos no presentes en los indicadores tradicionales.

Al final, no se cómo explicarlo, pero la lluvia de ideas fue tomando forma de ‘repositorio’. En un principio lo nombramos #UtopianRepository, pero al final nos decidimos por algo más académico: “Global Scholarship Commons”.

Se trata de un repositorio donde los académicos podrían autoarchivar sus documentos y desde ahí optar para postularlo a alguna revista, o simplemente dejarlo como archivo preprint. Los editores, por su parte, se harían cargo de la revisión por pares. Los textos aprobados tendrían un sello que los diferenciaría de los no aceptados, pero todos los textos –en sus diferentes versiones¬– estarían en Acceso Abierto.

Hay un sin fin de detalles que no me detendré a explicar y muchas preguntas que surgen alrededor de una idea como esta. Lo que interesa destacar aquí es la posibilidad de abrir el diálogo a otras regiones del mundo, y construir juntos ideas utópicas o no, lo cierto es que esto podía ser la simiente de algo.

Por lo pronto, los resultados a los que llegamos en el grupo dos serán presentados en el: “OA beyond APCs, International Symposium” que se llevará a cabo en Kansas University los días 17 y 18 de noviembre del 2016.

En resumen, se trató de una experiencia innovadora –para mí– y muy enriquecedora ¿Lo bueno? No tuve que presentar nada en particular, solo leí muchas cosas (muy diversas) ¿Lo raro? Ninguno de los participantes nos conocíamos, aunque algunos nos hemos empezado seguir en twitter y los perfiles son de lo mas interesantes y diversos, lo único en lo que todos coincidimos es en haber participado en iniciativas de Acceso Abierto ¿Lo malo? Solo duró una semana, justo la misma que tocó sortear el mal clima del Huracán Matthew.

La información derivada del encuentro puede seguirse a través de los hashtags: #TriangleSCI #Scholcomm

Rosario Rogel Salazar

Es socióloga, doctora en Ciencias Sociales, especialista en teoría social de sistemas, procesos editoriales científicos, acceso abierto y comunicación científica temas acerca de los cuales cuenta con diversas publicaciones en libros y revistas especializadas.

Es profesora titular de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Autónoma del Estado de México. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Conacyt, México). Ha colaborado en el desarrollo de metodologías vigentes de evaluación de publicaciones académicas, así como en la redacción del proyecto de Ley de Acceso Abierto en México aprobado en mayo del 2014.

Actualmente es integrante externo del Consejo Editorial de El Colegio de la Frontera Norte y de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Coordina desde su fundación la Red Iberoamericana de Editores de Revistas de Estudios Territoriales RIER.

Es consultora en gerencia editorial en http://www.scientificomm.info

Autora: Rosario Rogel Salazar
Twitter: <@rosariorogel>
Fuente: <http://www.infotecarios.com/>

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