25 de noviembre de 2016

La complicada vida de las bibliotecas y el derecho de autor por préstamo

El 1 de agosto de 2014 es una fecha que no se olvidará fácilmente en el mundo de las bibliotecas por la aprobación del Real Decreto 624/2014. En dicho Real Decreto se manifiesta y desarrolla la remuneración a los autores por los préstamos de sus obras realizados en determinados establecimientos accesibles al público. Vamos, que es el día en el cual por cada préstamo y por cada usuario las bibliotecas tendrán que pagar un canon establecido a las entidades de gestión de derechos de autor para que estas, a su vez, se lo hagan llegar a los autores. Fue, y sigue siendo, un día triste para las bibliotecas… y no tanto para autores y entidades de gestión de derechos de autor al hacer efectiva una Directiva Europea de 1992. Sin duda que una batalla épica, y larga, la ganada.

Y sin duda que la ley está para ser cumplida, aunque sea injusta para el mundo de las bibliotecas. No les queda otra que resignarse y pasar por el aro. Lo de cerrar las puertas y dejar al mundo a la deriva no está entre los planes de las bibliotecas… aunque haya gente que lo sugiera y lo prefiera para ahorrar dinero.
Tim Worstall un colaborador de la prestigiosa revista Forbes escribió  “Cerremos las bibliotecas y proporcionemos a todos los ciudadanos una suscripción a Amazon Kindle Unlimited” argumentando que de este modo, su país natal Reino Unido, podría ahorrar una gran cantidad de dinero a los contribuyentes. Según su argumento el Reino Unido gasta ahora 1,7 mil millones de libras en bibliotecas públicas, y de este modo gastaría solo un mil millones de libras.
Vuelvo a traer este tema a mi blog después del duro golpe que dio el Tribunal Supremo a las bibliotecas la pasada primavera. El hecho no es el anuncio del pago que la Generalitat de Catalunya ha realizado en concepto de derechos de autor por el préstamo de obras en sus bibliotecas. Un total de 346.000 euros, cifra que incluye la regulación de cantidades pendientes desde el 2010 al 2015. El hecho de traer de nuevo este tema es que los escritores y traductores no están de acuerdo con la cantidad recibida… que quieren una remuneración justa por el préstamo de sus obras. Vamos, que quieren cobrar más de las bibliotecas. Sí, ir a casa a comer y que te cobren el menú después de haber comprado tú todos los ingredientes.

Además de que quieren una remuneración justa (y no una tarifa simbólica) en el préstamo público de sus obras, los escritores y traductores dicen:
  • Que están siendo discriminados con respecto a sus colegas de otros países de la Unión Europea. Con lo bonito que hubiese sido que fuesen ejemplo para el resto de países de la Unión Europea al negar el cobro de dicha cantidad y dar la imagen de respeto a la bibliotecas.
  • Que se les hace una expropiación de la propiedad intelectual de sus obras. No tienen en cuenta que se les paga los derechos de autor cada vez que una biblioteca compra un libro (parece que piensan que los libros son regalados a las bibliotecas)… por no hablar de que un préstamo no es una venta perdida.
  • Que cobran cantidades más de 100 veces por debajo de las de países como Italia o Polonia, y más de 1.000 respecto a Francia o Alemania. Si se llegase a equiparar esto, la Generalitat de Catalunya habría pagado entre 34.600.000 y 346.000.000 euros en esos 6 años que han pagado ahora… Lo que da que anualmente tendrían que pagar entre 5.766.600 y 57.666.000 euros. O fallan las cuentas o el resto de países van sobrados de presupuesto para bibliotecas.
Y es que el tema de la Propiedad Intelectual es muy complicado. Difícil de entender. Injusto para el mundo de las bibliotecas. No se dan cuenta de que las bibliotecas a las que exigen son defensoras de los derechos de autor (de sus derechos). Son promotoras de libros, autores y de la lectura (de sus libros). Son entidades difusoras e igualitarias que hacen que sus obras lleguen a más personas (que ellos y sus obras sean más conocidas)… La verdad es que no llego a entender este mundo que trata de esta manera a las bibliotecas.

Sin duda que es un tema que divide y del cual algunas personas / asociaciones / federaciones responsables del mundo de las bibliotecas NO quieren hablar. Por un lado no les queda otra que aceptar el Real Decreto para no ponerse a malas con la justicia, entidades de gestión y autores. Por otro lado, tampoco quieren reconocer esto para no echarse encima al mundo de las bibliotecas y que deben defender.

Pero como vivimos en un mundo loco todo es más entendible. Un mundo en el cual no tardaremos en ver a la gente manifestarse en contra de las bibliotecas. Un mundo en el cual las bibliotecas serán perseguidas y sus responsables encarcelados cuales piratas de libros electrónicos. Un mundo en el cual las empresas que proporcionan el mobiliario a las bibliotecas exigirán el pago por utilización de las sillas o de las mesas. Un mundo en el cual las bibliotecas que tendrán que poner cadenas y candados a los libros y que cada persona que quiera uno que pague en la máquina, tal y como sucede con los televisores en los hospitales públicos. Un futuro en el cual se dirá “si no puedes pagar una biblioteca, no tengas biblioteca”.

Imagen superior cortesía de Shutterstock

Autor: Julián Marquina
Twitter: <@JulianMarquina>
Fuente: <http://www.julianmarquina.es/>

No hay comentarios.: