13 de octubre de 2016

4 Razones para preferir Scopus en Ciencias Sociales y Humanidades


No se trata de rechazar nada, pero sí de preferir algo. Hasta la llegada de Scopus, la principal base de datos científica hasta ese momento, Web of Science (entonces llamada ISI), trataba a las Ciencias Humanas y Sociales con un enorme descuido.

Hizo falta la llegada de Scopus, producida nada menos que por la editorial científica más importante y respetada del mundo, Elsevier, con su amplio reconocimiento de las revistas de nuestro ámbito, para que, como reacción, Web of Science empezara un inconsistente avance en el reconocimiento de las “otras” ciencias.

Lo cierto es que este trato poco favorable es tanto más incomprensible cuando no es de las ciencias ni de la tecnología precisamente que hemos recibido algunos de los valores más preciados por la Humanidad, como los derechos humanos, un auténtico monumento del intelecto, comparable, sino superior, al cualquier otra construcción teórica de las Ciencias.

Al igual que sucede con otros productos de valor inapreciable como el estudio de las artes en general o los fundamentos de la democracia, por no mencionar la Historiografía, la Lingüística, la Filosofía, las Ciencias Políticas, el Derecho y tantas y tantas disciplinas que honran nuestra condición de seres humanos. Ah! y por cierto, nada de esto contamina.

Si se nos dice que el problema es la mala ciencia que se practica a veces en las Humanidades y las Ciencias Sociales, entonces corresponde señalar que esa misma mala ciencia, y con peores consecuencias, también tiene lugar en Ciencia y Tecnología.

Por ejemplo, en este terreno tenemos, por desgracia, las continuas retractaciones de artículos experimentales por todo tipo de mala praxis, incluyendo inventarse resultados. O grupos enteros de resultados experimentales que ahora se consideran defectuosos por errores graves que pueden invalidar décadas de investigación y esto en terrenos tan sensibles como la medicina.

Por no mencionar los recursos millonarios, en buena parte de procedencia pública, enterrados en la clase de experimentos científicos que en ocasiones son tan ridículos como los que cada año “premian” los IGNobel. Y no, no estamos contra las Ciencias ni contra las Tecnologías. Y también nos gusta WoS. No estamos en el juego de una cosa contra otra. Todo lo contrario.

Así que, sin dejar de reconocer los méritos de las Ciencias y los avances que está llevando a cabo Web of Science (WoS) en muchos terrenos, incluido su renovado interés por las Humanidades, aquí van algunas razones por las cuales los académicos y estudiosos de las Humanidades y las Ciencias Sociales deberíamos no solo preferir, sino hacer claramente un lobby desacomplejado a favor de Scopus.

1. Porque no somos masoquistas

Es evidente que si nuestros queridos y admirados colegas del campo de las Ciencias y las Tecnologías prefieren WoS es porque se encuentran bien representados en ella. Si Scopus, en cambio, representa mejor las Humanidades y las Ciencias Sociales, no preferirla por nuestra parte denotaría algo así como masoquismo o síndrome de Estocolmo. Dando por supuesto que la mayoría de nuestros académicos no padecen ninguna de esas aflicciones, no debería caber duda de cuál es nuestra elección. Sinceramente, con esta razón debería bastar. Pero, tenemos más.

2. Porque es la ciencia real

La ciencia real es la que, entre otras cosas, se publica en revistas académicas de todo el mundo de cualquiera de las disciplinas de todo tipo que forman parte de, y hacen crecer al conocimiento. Siempre que cumplan con los requerimientos habituales para que una publicación sea considerada científica esta debe formar parte de los repertorios que permiten a científicos de todo el mundo conocerlas y estudiar sus contenidos. Excluir arbitrariamente cualquiera de esas publicaciones es ir contra la ciencia real.

Las cinco categorías de criterios de Scopus que debe cumplir una revista para que pueda solicitar ser evaluada. El resultado no está garantizado porque depende del examen de su Comité de Selección (CSAB) al que hay que hacer llegar los últimos números de la publicación para tal examen además de documentar el cumplimiento de los 15 ítems indicados y de facilitar otras informaciones sobre el cuerpo editorial.
3. Porque nadie regala nada

La innovación y la investigación en Humanidades y en Ciencias Sociales es tan necesaria, importante y, ¿porqué no? tan difícil y complicada, sino más, que en otras ciencias. Ninguna revista de calidad de nuestro ámbito regala nada, al contrario. Las tasas de rechazo pueden ser del 90 por ciento.

Por su parte, Scopus no admite ninguna revista que no cumple una lista de exigencias basada en estándares de calidad ampliamente aceptados por la comunidad científica, referidos no solamente a las políticas editoriales (peer review y composición del cuerpo editorial, entre otros) sino también a los contenidos (contribuciones al campo, calidad de los artículos, etc.). Además, las revistas son re-evaluadas regularmente de acuerdo a unos estándares igualmente transparentes como puede verse en la lista de requerimientos que una publicación debe cumplir para ser mantenida en sus índices.

Diagrama del proceso de re-evaluación de revistas en la base de datos Scopus
4. Porque marcan el camino y son rigurosos y exigentes

La prueba de que quién acertó en su reconocimiento de nuestro ámbito es Scopus es que ha sido WoS la que está rectificando y poniendo en marcha nuevas políticas de selección para poder mejorar su (siempre por comparación) menor representatividad en Humanidades y Ciencias Sociales.

La prueba de que Scopus es rigurosa y consistente en sus planteamientos es que su lista de requerimientos establece exigencias claras y proporciona un resultado predecible: si una publicación los satisface, puede reivindicar su pertenencia a Scopus y si supera el examen posterior que lleva a cabo un comité evaluador, esa revista formará parte de Scopus. Todo ello, sin nada garantizado por otra parte, porque ya hemos mencionado que Scopus re-evalúa las publicaciones de forma regular.

Además, aunque WoS ha sabido adaptarse bien desde entonces, Scopus también marcó el camino en su momento al renovar la interfaz de búsqueda y el diseño de la página de resultados, como consecuencia de una preocupación por el diseño centrado en el usuario inédito en  el terreno de las bases de datos, en el que parecía que al usuario le gustaba sufrir si atendíamos a los diseño pre-Scopus.

Una parte, de una parte, de una parte del exigente formulario en línea que hay que
cumplimentar para solicitar la revisión de una publicación en Scopus.
Conclusiones

Quienes desarrollamos nuestra labor en el ámbito de las Humanidades y las Ciencias Sociales no debemos rechazar nada, por lo tanto, WoS tiene un sitio destacado en nuestra cartera de herramientas como la gran base de datos que es, pero si tenemos que preferir una base de datos, esta debe ser Scopus por su superior cobertura y por su rigurosa forma de seleccionar, evaluar y representar las publicaciones en Humanidades y Ciencias Sociales.

En aquellos contextos en los que nos corresponda o tengamos oportunidad, deberíamos ejercer un lobby transparente y desacomplejado a favor de Scopus, de forma que no permitamos nunca que esta base de datos sea algo así como una segunda opción. Todo lo contrario, en nuestro ámbito, para nosotros las cosas deben invertirse y considerar Scopus la primera opción y WoS la segunda.

Referencias

El procedimiento transparente y basado en el cumplimiento de estándares de calidad y procedimientos ampliamente aceptados en la comunidad científica, queda patente en esta serie de documentos oficiales de Scopus relativos a sus contenidos, y a las políticas de selección y evaluación de publicaciones.
Autor: Lluís Codina 
Twitter: <@lcodina>
Fuente: <http://www.lluiscodina.com/>

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