21 de marzo de 2016

Bum editorial universitario - La Academia reconoce el mercado

Por muchos años fue tópico asegurar que las publicaciones de las Universidades eran ladrilludas, desactualizadas, con demasiada información, escritas con lenguaje críptico, acartonado, sin ninguna creatividad en la edición y, con el único fin, de convencer o descrestar al pequeño grupo de colegas docentes de las facultades de las que salían.

Con el correr de los tiempos, las más importantes universidades del país han dispuesto de recursos humanos y económicos para fortalecer sus centros editoriales. Ahora esos fondos editoriales son manejados por reconocidos editores que cuidan con esmero esas publicaciones, fruto del trabajo de docentes e investigadores que, en muchas oportunidades, le han dedicado a un tema media vida. Trabajo que se ha visto recompensado con libros importantes que han llegado a los estantes de las grandes librerías, comentados por especialistas que los han vuelto de lectura obligada para todo público.

En un reciente artículo en la Revista Arcadia, el mordaz, incisivo y, casi siempre, acertado Nicolás Morales, director editorial de la Javeriana, señaló 10 títulos como bestsellers del momento, todos los cuales provenían de la academia, no sin antes advertir de algunas precisiones metodológicas para lanzar esta afirmación.

Afirmación sobre la que vale la pena reflexionar. Libros con ediciones de, si acaso, un millar de ejemplares bestsellers, como señala el director de la Editorial Independiente Icono, con años de experiencia en el mercado editorial, Gustavo Mauricio García, es exagerado. En lo que está de acuerdo es que muchos de ellos son muy buenos y han logrado acceder al circuito comercial y vender, lo que parecía imposible hace algunos años.

Para el escritor Julio Paredes, editor de muchos años tanto en el sector público como el privado, en la actualidad director del Fondo de Publicaciones de Los Andes, uno de los errores de las universidades es hacer modestas y hasta paupérrimas ediciones, tratando de no quedarse con un inventario excesivo, ya que las directivas consideran que esos textos son producto de bajo consumo, para ponerlo en términos mercantiles, y no arriesgan. Algunos de los títulos que destacó Morales sobrepasan ediciones del millar de ejemplares, pero tal vez ninguno llegue siquiera a 5 mil.

Paredes afirma que: “las editoriales comerciales, casi todas, no apuestan por publicaciones académicas y menos los medios, donde reseñas de textos universitarios solo se consiguen de vez en cuando y solo hasta el momento en que esos textos se han convertido en referencias que sobrepasan el ámbito universitario. Esos pocos casos hacen que algunos títulos se agoten y es ahí cuando se procede a una reimpresión, la que sigue siendo poco ambiciosa, otra vez 300 o 400 ejemplares por mucho”.

Rocío Londoño, autora de una biografía de Juan de la Cruz Varela y del análisis sociopolítico e histórico de la región del Sumapaz, catalogada por Nicolás Morales como “…uno de los libros más completos, bellos y rigurosos de nuestra historia reciente”, dice: “el trabajo del Fondo Editorial de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de mi libro fue muy cuidadoso, a pesar de lo dispendioso que era editar y corregir un texto de 600 páginas. Todo fue hecho con calidad superior”. Para ella, el lunar editorial está en divulgación y distribución. “Hicieron un lanzamiento en la feria del Libro junto con otras 10 publicaciones. El libro ha tenido una segunda reedición (800 ejemplares) y se ha defendido por sí solo por la coyuntura política y la cantidad de alumnos que he tenido, después de 36 años como docente, que creo que han sido mis mejores lectores. Para miembros de la comunidad de la Nacional se tiene un descuento de 40% que es muy buen atractivo para un libro que cuesta $ 60 mil”.

Esteban Giraldo, cineasta, editor del libro de Londoño, trabajó después en Planeta y ahora volvió al cine; señala que la diferencia entre editoriales comerciales y académicas es grande porque en la Universidad para editar un texto solo se tiene en cuenta relevancia y calidad de la obra. En el caso de la biografía del líder agrario no había la menor duda de que contaba con méritos de sobra. En editoriales privadas las consideraciones son otras. “Prima el factor comercial: que la inversión se prevea rentable, que la persona que lo escribe sea muy conocida y que el tema esté de moda”. En la Nacional, Giraldo editó otros libros exitosos como ‘Perfiles del Mal en la Historia de Colombia’, de la filósofa Ángela Uribe.

Dentro de los 10 títulos escogidos por Morales están también ‘Corrupción, metáfora de ambición y deseo’ del historiador Hermes Tovar, del fondo editorial Los Andes, que ya va para cuarta reimpresión y ha tenido elogiosos comentarios en medios masivos; ‘Ferrocarriles y tranvías en Antioquia’ de Juan Santiago Correa del Colegio de Estudios Superiores de Administración CESA; ‘La hybris del punto cero’, de Santiago Castro Gómez, del Fondo Editorial de la Javeriana, que Morales identifica como que “puede ser de los libros académicos más leídos de un autor colombiano” y ‘Poder y Violencia en Colombia’ del Padre Fernán González, con varias reseñas a su favor, múltiples entrevistas a su autor, editado por el Centro de Investigación y Educación Popular, Cinep, en coedición con el Observatorio para el desarrollo, la convivencia y el fortalecimiento institucional, Colciencias y el Programa por la Paz.

Añadiría, por mi cuenta, el libro ‘Jirafa ardiendo’ de Manuel Guzmán Hennessey, del fondo editorial de la Universidad del Rosario, sobre el cambio climático 2020-2050, que va para segunda reimpresión. Y ‘Cali, ciudad abierta’ de Katia González, coedición de Mincultura y Los Andes. Ambos muy amenos y fundamentales cada uno en su campo.

Para Paredes es un hecho que las publicaciones universitarias dejaron de ser inviables. Cada vez se hacen más coediciones con otras universidades o con instituciones públicas y privadas, como sucede con libros que ya tienen listos y que presentarán en la Feria o con convenios que se gestiona con universidades extranjeras para que circulen en el exterior sin ser pirateados como ocurre con la mayoría de estas publicaciones de las que se hacen fotocopias para estudiantes que no pueden comprarlas.

El Fondo editorial de la Nacional sigue siendo el decano en publicaciones, pero ya le disputan ese liderazgo además de Los Andes, las universidades de Antioquia, Eafit, el Externado, El Rosario y otras que se han dado cuenta que editar el trabajo de sus docentes es una apuesta ganadora que puede llegar a ser catalogada de bestseller criollo.

Autor: Myriam Bautista
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Fuente: <http://www.eltiempo.com/>

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